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¿Y CUÁNDO NOS PREGUNTARON?

 

Fotografía: Autopistas del Café.


Fue noticia regional la carta que la Alcaldía de Manizales, la Gobernación de Caldas y el Comité Intergremial de Caldas enviaron a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), en la que solicitan eliminar el peaje de Las Pavas (vía Chinchiná–Manizales), reducir las tarifas del peaje de San Bernardo y compensar este retiro con un aumento en las tarifas de los peajes de Tarapacá I y II.


No obstante, pareciera que los habitantes de Chinchiná no han sido tenidos en cuenta ni han comprendido el verdadero alcance de esta propuesta. En otras palabras, se plantea abrir las puertas por ambos peajes hacia Manizales, pero cerrarlas hacia Risaralda. Toda iniciativa es válida y respetable, tal como lo establece el artículo 23 de la Constitución Política de Colombia, pero considero imprudente que, en la construcción de esta propuesta, no se haya tenido en cuenta al municipio que realmente resulta perjudicado por los peajes de la concesionaria Autopistas del Café. Chinchiná, que en todas sus salidas hacia Antioquia, Manizales y Risaralda debe atravesar peajes, ¿realmente se beneficia con el levantamiento del peaje de Las Pavas o el de San Bernardo?


La realidad es que hacía Manizales contamos con la llamada vía vieja o antigua Chinchiná-Manizales, la cual no tiene peajes gracias a la voluntad y el carácter firme de nuestro pueblo, que hace 20 años le dijo al gobierno y a la dirigencia política de la época un “No rotundo”.


Permítanme llamar la atención de la dirigencia política y de los habitantes de Chinchiná. ¿No sería mejor contar con una vía libre hacia Pereira, como sucede hoy con Manizales gracias a la vía antigua? Imaginen poder desplazarnos entre las capitales de Risaralda y Caldas en vehículos particulares sin pagar peajes. Chinchiná lo merece, y lo reitero: ¿por qué las mesas de discusión se llevan a cabo en Manizales, cuando esta ciudad solo está rodeada por dos peajes y Chinchiná por cuatro? ¿De dónde saca la capital de nuestro departamento la autoridad para proclamarse como la más afectada por la ampliación de la concesión vial de Autopistas del Café?


Discúlpenme, ¿en qué momento me perdí en este tema? No nos sorprende ver cómo las decisiones de la dirigencia política de la capital impactan a nuestro municipio. A lo largo de la historia hemos escuchado que “nos quieren”, pero no parece ser así cuando sus determinaciones están llenas de detalles imprudentes. Un ejemplo de ello es la zona franca, que nació en los límites de Chinchiná y Manizales, pero que nos fue arrebatada y trasladada a la zona industrial de la capital, donde fracasó. Otro caso es el patio de contenedores, concebido inicialmente como un proyecto para la zona industrial de Chinchiná y Palestina, que ahora sabemos será ubicado en el sector del 41 en Manizales.


Como líderes políticos, enamorados de nuestro pueblo, a veces nos sentimos solos. Por eso, quiero hacer un llamado respetuoso a la dirigencia de la capital: aumentar las tarifas de los peajes de Tarapacá I y II para beneficiarse con la eliminación del peaje de Las Pavas y la reducción de las tarifas del peaje de San Bernardo solo nos lleva a reconsiderar un proyecto que hasta ahora habíamos aplazado por prudencia con la dirigencia departamental: la adhesión al Área Metropolitana Centro Occidente de Risaralda. Nuestros vecinos siguen atentos y nos garantizan un hecho metropolitano ya existente que podría transformar la dinámica comercial y económica del municipio, como lo es el transporte metropolitano La Virginia–Chinchiná.

 

ATT El aguapanelo

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