En una sesión del Concejo
Municipal de Chinchiná, autoridades y miembros de la comunidad expresaron su
alarma ante el incremento del consumo de sustancias psicoactivas entre niños y
adolescentes, una problemática que afecta tanto a entornos escolares como a
espacios públicos.
Durante la reunión, se revelaron
cifras preocupantes sobre la magnitud del problema, lo que llevó a los
concejales a plantear la necesidad urgente de estrategias que involucren a
padres, docentes y entidades gubernamentales. Entre las propuestas se destacó
la creación de una mesa de trabajo interinstitucional para llevar el
diagnóstico al Concejo de Política Social y desarrollar un plan integral de
acción.
Sin embargo, una de las mayores
inquietudes expresadas fue la limitada presencia del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF) en el municipio. Aunque la entidad tiene su Centro
Zonal del Café en Chinchiná, su cobertura también se extiende a Palestina, San
José y Belalcázar, lo que ha generado dificultades en la implementación de
programas específicos para el municipio.
Según lo expuesto por la
representante del ICBF en la sesión, Ángela María Marín Palacio, actualmente
hay en Chinchiná 205 procesos activos de restablecimiento de derechos de
menores, de los cuales 147 corresponden a casos de vulneración y 58 a
adoptabilidad. Además, 28 adolescentes están vinculados al Sistema de
Responsabilidad Penal para Adolescentes.
A pesar de contar con modalidades
de atención como apoyo psicológico y hogares sustitutos, los concejales
insistieron en la necesidad de fortalecer la articulación entre el ICBF y las
autoridades locales para garantizar una respuesta más efectiva.
El Concejo Municipal reafirmó su
compromiso con la protección de la niñez y la adolescencia, instando al ICBF a
reforzar su presencia y sus programas en el municipio. La comunidad, por su
parte, espera que este llamado se traduzca en acciones concretas que frenen el
avance del consumo de drogas en la población joven de Chinchiná.