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¿A QUIÉN LE IMPORTA?

 



Por:  Felipe Jaramillo Sánchez – Concejal.   


El año pasado, los Centros de Desarrollo Infantil (CDI) iniciaron actividades a finales de febrero, y los niños ingresaron exactamente el día 28. Mientras tanto, las docentes, auxiliares y manipuladoras de alimentos terminaron su labor en los primeros días de diciembre. Hoy, al finalizar enero, aún no hay claridad sobre la reactivación de estos espacios, lo que representa una grave afectación económica para estas profesionales, quienes continúan siendo vulneradas por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).


Esta situación no solo afecta a las trabajadoras, sino también a los niños y niñas que dependen de estos centros para su alimentación y desarrollo. Durante dos meses al año, cientos de menores ven interrumpido su proceso nutricional, ya que, en muchos casos, la alimentación que reciben en estos establecimientos es la única comida del día.


Además, muchas familias han sufrido las consecuencias de este retraso. En 2024, conocí varios casos de padres y madres que se vieron obligados a renunciar a sus empleos para asumir el cuidado de sus hijos, una labor que, a pesar de su importancia, sigue siendo poco valorada. Para muchas madres, esta decisión significó perder su sustento. En Chinchiná, acceder a una niñera o a un jardín infantil privado es un privilegio al alcance de pocos. Peor aún, algunos padres, al no contar con alternativas, dejaron a sus hijos solos en casa mientras trabajaban, lo que llevó a que fueran denunciados ante entidades como el ICBF y la Comisaría de Familia.


El año pasado, la Cámara de Representantes citó a la Directora Nacional del ICBF a un debate de control político para que respondiera por la demora excesiva en la apertura de estos programas de primera infancia. Sin embargo, la funcionaria nunca asistió, dejando sin respuesta a cientos de familias afectadas.


Es importante aclarar que el ICBF es una entidad centralizada, lo que significa que las direcciones territoriales, como la de Caldas y el Centro Zonal Centro sur con sede en Chinchiná, no tienen autonomía para asignar recursos ni para abrir los CDI. Todo depende de las directrices emitidas desde la capital.


Entendemos que el proceso anual de adjudicación de operadores a través de licitación pública genera demoras en la contratación de las organizaciones encargadas de gestionar estos centros. Sin embargo, preocupa que, hasta la fecha, no se haya anunciado la entidad ganadora de la licitación para este año. Lamentablemente, para los habitantes de Chinchiná, la Asociación Mundos Hermanos no continuará con la administración de estos programas, lo que genera incertidumbre sobre la calidad y continuidad del servicio.


¿A quién le importa esta situación? ¿A quién le interesa lo que pasa con nuestros hijos, con los padres de familia, con las docentes, auxiliares, madres gestantes y manipuladoras de alimentos que dependen de estos programas?


Como concejal del Municipio, dejaremos un precedente y haremos un llamado de atención contundente. Exigimos que se emita un comunicado oficial expresando nuestra inconformidad frente al deficiente manejo del Gobierno Nacional en su política de atención a la primera infancia. No podemos seguir permitiendo que se juegue con el bienestar de nuestros niños y con el futuro de tantas familias.

 

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