Se proyecta un año prometedor que plantea desafíos y oportunidades para incrementar los proyectos de energías renovables, en muchos lugares de Latinoamérica.
Por: Juan Pablo Lotero - Ingeniero Mecatrónico.
Durante mucho tiempo las fuentes de energía para la
producción de bienes y servicios han sido los combustibles fósiles, como el
petróleo, el gas natural y el carbón. Hoy en día, se reconocen los efectos negativos:
las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio
climático y al aumento de la temperatura media global. Frente a este paradigma
ambiental, las energías renovables están ganando terreno como alternativa
limpia y sostenible. Estas fuentes de energía provienen de recursos naturales
inagotables, como el sol, el viento, el agua y la biomasa, y no emiten
contaminantes.
Una de las
principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero es la que
resulta de aprovechar los energéticos que hacen posibles esos servicios. El
carbón, el petróleo y el gas natural (energéticos primarios que terminan
convirtiéndose en lo que mueve los autos, enfría los refrigeradores o calienta
las estufas) son formas de energía que, para aprovecharse, tienen que quemarse
y al hacerlo emiten inevitablemente gases llamados de efecto invernadero,
debido a que cerca del 97% de la energía que se utiliza en el mundo proviene de
los combustibles fósiles: 38% del carbón, 40% del petróleo y 19% de gas
natural. Estas cantidades provocan que la comercialización de hidrocarburos en
el plano internacional sea un factor determinante en un alto impacto ambiental.
La transición a la eficiencia energética y energías
renovables resulta esencial para reducir el impacto de las emisiones en el
planeta. Así, la relación entre energías renovables y reducción de emisiones
marca la sustitución de combustibles fósiles por energías limpias para reducir
las emisiones y apuntalar las políticas de mitigación.
Dentro de las tecnologías que permiten generar
electricidad sin emisiones, la energía solar y la energía eólica son las más
populares. La energía solar en la logística resulta la alternativa de
crecimiento más rápido gracias a su abundancia y disminución de costos. Por
otro lado, el impacto de la energía eólica en la reducción de emisiones es
especialmente beneficioso en zonas de fuertes vientos con la posibilidad de
construir grandes parques eólicos.
Otros ejemplos de energías renovables son:
Biomasa
La biomasa ofrece un enfoque renovable que también
apoya las economías locales al utilizar desechos agrícolas, forestales y
orgánicos como materia prima. Esta fuente energética destaca en sistemas de
cogeneración, ya que permite generar electricidad y calor de manera simultánea
para procesos industriales.
El uso de biomasa agrícola y forestal está
creciendo en sectores como la agroindustria, debido a sus ventajas para la
gestión de recursos y residuos. Algunas de las aplicaciones destacadas
incluyen:
Biocombustibles y biogás: Son alternativas viables
para sustituir combustibles fósiles en transporte y generación
eléctrica.Plantas de biomasa: Una alternativa ideal para reducir residuos y
generar energía de forma eficiente.
Energía Hidráulica
La energía hidráulica es una de las tecnologías más
antiguas dentro del espectro de las energías renovables. No obstante, sigue
siendo un recurso confiable para la generación de energía masiva.
Con los avances en tecnología, las plantas
hidroeléctricas de pequeña escala se han vuelto más accesibles, permitiendo que
incluso empresas con menores necesidades energéticas puedan adoptar esta fuente
renovable. Sus oportunidades de aplicación industrial incluyen:
Centrales hidroeléctricas: Proporcionan grandes
cantidades de energía a bajo costo operativo, lo que resulta esencial para
industrias intensivas en consumo energético.
Turbinas hidráulicas: Mejoran la eficiencia de los
sistemas al aprovechar el flujo constante del agua.
Geotermia
La geotermia destaca como una fuente de energía
compatible con operaciones que requieren un suministro energético
ininterrumpido. Su capacidad para generar energía de manera continua la
convierte en una opción estratégica para empresas que requieren estabilidad en
sus procesos.
Las compañías ubicadas en regiones con alta
actividad geotérmica están liderando la adopción de esta tecnología,
aprovechando sus bajos costos operativos y sus ventajas a largo plazo. Algunas
de las aplicaciones de la energía geotérmica incluyen:
Centrales geotérmicas: Utilizan el calor terrestre
para convertirlo en energía eléctrica, ofreciendo una fuente confiable de
generación energética.
Bombas de calor geotérmicas: Empleadas en
calefacción y enfriamiento industrial, permiten optimizar la eficiencia en el
consumo energético.
En la actualidad, el compromiso con la
sostenibilidad en la cadena de suministro es un factor valorado por clientes,
inversores y otras partes interesadas, y los consumidores desean apoyar a
empresas que buscan la innovación sostenible en la logística. De modo que las
empresas que apuestan por las energías limpias se posicionan mejor en el
mercado
Desafíos para las energías
renovables:
Costos iniciales elevados: el gasto inicial puede
resultar un obstáculo significativo para muchas empresas. Esta inversión
comprende equipos nuevos, adaptación de las instalaciones y capacitación del
personal.
Dependencia de tecnología en desarrollo: al no
estar totalmente desarrolladas, las nuevas tecnologías pueden enfrentar
limitaciones de autonomía, como sucede con las baterías de vehículos eléctricos
o la capacidad y duración de la energía solar.
Falta de visibilidad y datos sobre el impacto
ambiental: comprender la clasificación de las emisiones y el alcance puede
resultar difícil en el intento de medir el impacto ambiental. De modo que las
empresas necesitan confiar en la medición de su huella de carbono para
justificar la inversión.
Incertidumbre en el retorno de inversión: aunque la
energía renovable ofrece beneficios económicos a largo plazo, el retorno de
inversión no siempre es inmediato ni garantizado, lo que instala la
incertidumbre en la gestión empresarial.
Resistencia al cambio organizacional: la adopción
de nuevas tecnologías y energías renovables suele requerir nuevas competencias
y ajustes en los procesos. Muchas veces, estos cambios se perciben como una
carga adicional o representan una barrera cultural.
Barreras regulatorias y falta de incentivos: el
marco de apoyo para las empresas varía ampliamente entre países y regiones.
Mientras que en algunos lugares la falta de incentivos fiscales o financieros
limita la adopción, en otros las regulaciones son tan complejas que desalientan
cualquier intento de adoptar energías renovables.
En suma, la transición hacia las energías
renovables es clave para enfrentar el reto del cambio climático y construir una
economía más sostenible. Las empresas que utilizan servicios logísticos deben
tomar medidas para integrar prácticas verdes en sus operaciones.
Se proyecta un año prometedor que plantea desafíos
y oportunidades para incrementar los proyectos de energías renovables, en
muchos lugares de Latinoamérica, los cuales son impulsados desde el sector
privado como por políticas públicas orientadas a la transición energética.