Por: Oscar Fernando Cardona Suarez. Abogado.
Llegó
el último mes del año 2024, las Administraciones Municipales ya están
proyectando el cierre del año desde la parte administrativa y fiscal, las
administraciones juiciosas buscarán dar los últimos puntales a los planes de
acción derivados del plan de desarrollo Municipal y han realizado en conjunto
con los concejos municipales un estudio juicio de los presupuestos para el año
2025.
Este
primer año de gobierno ha sido un año de aprendizajes para las nuevas
administraciones, ha sido un año lleno de desafíos desde diversas perspectivas,
el engranar sus equipos de trabajo, el lograr una articulación institucional
con miras al cumplimiento de las metas de los planes de desarrollo.
En
muchos casos, hemos visto cómo han reencauchado las mismas dinámicas de los
alcaldes anteriores, llegan no sobre un discurso de campaña, sino sobre una
realidad administrativa, donde ya pueden ver que la torta no es tan grande como
se ve desde afuera, los políticos ya empiezan a pelear entre sí por las pugnas
de las nuevas elecciones que se acercan y la insatisfacción reina por las
ansias de burocracia.
Los
ciudadanos vemos desde las orillas las acciones de las administraciones y en
muchos casos nos sentimos inconformes por la forma en que los gobernantes
incumplen sus dichos de campaña, los políticos en muchos casos se
vuelven unas jaurías de leones tratando de desangrar a su presa, en este caso
apropiarse de los recursos públicos a toda costa.
Además,
en muchas ocasiones los funcionarios públicos nos dejamos llevar por el día a
día de nuestras oficinas y olvidamos que el deber ser es generar procesos de
largo aliento que redunden en generar beneficios a nuestras comunidades.
El
nuevo llamado que se realiza a las Administraciones Municipales es que
planifiquen de manera adecuada el trabajo de los últimos 3 años de gobierno, se
trabaje fuertemente en la formulación de proyectos estratégicos de alto impacto
para los municipios y se ajusten las metas a la realidad de los
territorios, es una oportunidad única para que los Alcaldes y Gobernadores
hagan un trabajo que perdure en el tiempo, y que regrese a la ciudadanía la
esperanza y la confianza en las instituciones públicas por parte de los
ciudadanos, ya que es de conocimiento público que venimos de unas
administraciones que no lograron mayores logros, en parte por su deficiencia
administrativa y por el haber tenido que afrontar una pandemia.