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Entre regulación, cultura ciudadana y responsabilidad adulta.

 

Por: Johanny Delgado - Intendente retirado.


El uso de la pólvora en Colombia durante las celebraciones decembrinas es un tema que cada año pone sobre la mesa no solo la necesidad de regulación, sino también de conciencia social. La Ley 2224 de 2022, reglamentada por el Decreto 2174 de 2023, establece directrices claras para el manejo de productos pirotécnicos, incluyendo la prohibición de juegos artificiales con fósforo blanco y el uso de pólvora por parte de menores de edad. Sin embargo, a pesar de estas normativas, los casos de quemaduras siguen siendo una triste realidad, como lo demuestra el reciente informe de la Dirección Territorial de Salud de Caldas.


El problema no radica únicamente en la falta de control por parte de las autoridades, sino en la ausencia de una cultura ciudadana sólida que respalde estas disposiciones. Es fácil culpar a los entes de control, pero ¿dónde queda la responsabilidad individual? El decreto es claro: los adultos que decidan manipular pólvora deben hacerlo de manera responsable, sin estar bajo los efectos del alcohol o sustancias psicoactivas, y asumiendo las consecuencias de sus actos.


Casos como el de la niña de dos años en La Dorada, víctima de una bengala, o de la mujer de 44 años en Manizales, hospitalizada por quemaduras de segundo grado, son recordatorios dolorosos de que la imprudencia y la falta de supervisión siguen siendo los mayores enemigos de la prevención.


Es hora de que como sociedad asumamos un compromiso real con la seguridad. No basta con tener leyes; necesitamos una ciudadanía consciente que entienda que la pólvora no es un juego, y que su mal uso puede dejar cicatrices imborrables en nuestra comunidad.


Las celebraciones de fin de año deben ser momentos de alegría y unión, no de tragedias que lamentar. La invitación es clara: si va a utilizar pólvora, hágalo bajo las condiciones permitidas por la ley, con total responsabilidad, y sobre todo, proteja a los más vulnerables, los niños y niñas, de los peligros que esta representa. Celebremos de manera segura, sin dejar que la pólvora apague la luz de nuestras fiestas.

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