Por: José Octavio Cardona León -Representante a la Cámara.
En medio de una serie de polémicas se llevó a cabo la elección del Director Nacional del Partido Liberal. Controversias que, en realidad, tienen una sola causa: la intención de algunos liberales, bien en condición de militantes y/o ex militantes que quisieron regresar con el propósito de asegurar el respaldo, apoyo y lealtad del Partido Liberal al partido de gobierno conocido como el petrismo.
Afortunadamente,
este objetivo no se logró. Todos teníamos clara nuestra misión: o manteníamos
nuestra independencia y opción de poder, o nos arrodillaban ante el partido de
Gobierno y su cruzada por mantener el poder.
Los
colombianos están descontentos con la administración actual, así se evidencia
en las encuestas que de manera recurrente se realizan en el país. Entonces,
¿por qué debería ser el Partido Liberal quien se apresure a sumarse a la
peligrosa idea de continuar en un camino de izquierda que prometió un cambio,
pero que hasta ahora no ha cumplido las promesas que los llevaron al poder?.
Es
fácil criticar desde afuera, juzgando a través de fotos y videos, sin conocer
realmente la situación interna de un partido que lucha cada día por mantener su
independencia y por defender la visión de un país que merece mejores
oportunidades. Y seremos nosotros, los liberales, encabezados por César
Gaviria, quienes con la frente en alto lideraremos una alianza interpartidista
en la que no gane un solo partido, sino el país que pide a gritos un cambio en
el modelo de Gobierno.
No
se trata de ponernos al servicio de la derecha o la centro derecha, no señores.
Se trata de mantener la independencia y la serenidad para acompañar la mejor
propuesta representada en el mejor candidato, asunto que en cabeza de un
exministro del actual gobierno, estaba completamente descartada.
A
muchos, incluso a algunos que se dicen liberales, parece habérseles olvidado el
significado de nuestra bandera roja: una bandera que representa autonomía,
justicia social y desarrollo para Colombia.
Si
uno de los principios del Partido Liberal es promover y apoyar el desarrollo
empresarial, ¿por qué habríamos de someternos al sostenimiento del modelo de
Gobierno que ha mantenido ásperas disputas con el sector productivo?.
El
Gobierno tiene un año para demostrar que merecen el respaldo y el apoyo. La
oposición tiene el mismo plazo para demostrar por qué razón los liberales
debemos alinearnos con propuestas frescas y diferentes.
Lo
mejor de todo esto, es que el partido liberal tiene igualmente un año para
escoger entre la continuidad y el cambio. Plazo que estaría vencido si el
director hubiera sido otro, pues en ese caso ya sabríamos donde estábamos, pues
más allá de las razones y los argumentos estarían primando los intereses y las
gratitudes.
Somos
Liberales, y eso nos hace libres para elegir, escoger y decidir. Por eso somos
LIBERALES.