Por: Johanny Delgado - Intendente retirado.
Ante
la cantidad de hurtos registrados en Colombia, donde se evidencia la
suplantación de autoridad, es necesario señalar que la Policía Nacional ha
contribuido a que estos hechos ocurran debido a la pérdida de disciplina en el
uso del uniforme. Es evidente que el Fondo Rotatorio de la Policía no tiene la
capacidad de dotar a sus policías de manera uniforme; es decir, en la
prestación del servicio policial, encontramos agentes con uniformes en tonos
variados: unos con uniforme azul, otros con el verde, y con diferentes
variantes que no están reguladas por el reglamento de uniformes, insignias,
condecoraciones y distintivos (Instructivo 004 DIPON OFPLA).
Ver
a un policía con un uniforme verde y un chaleco balístico azul, o viceversa, es
cada vez más común. Este desorden de uniformidad genera una pérdida de respeto
hacia la institución. En esta época de disfraces, resulta más común ver a un
niño vestido como policía que a un agente con una presentación coherente. Los
altos mandos se han enfocado en presentar proyectos que inventan uniformes para
cada ocasión, cada especialidad o grupo especial. Desde que el verde oliva dejó
de ser el color predominante de aquellos hombres de a pie que velan por la
integridad de los colombianos, se ha perdido el respeto mientras tratamos de
descifrar quiénes son y qué función representan.
Ese
desorden en la uniformidad genera indisciplina y una mala presentación. Dejen
de pensar en la comisión que genera uniformar a los policías al capricho y
enfoquen sus esfuerzos en brindarles una imagen decorosa. La comunidad debería
ver en la presentación de sus agentes una imagen de respeto y cercanía con sus
protectores sociales. Recuerden: "No hay una segunda oportunidad para una
buena primera impresión".