
Por: Felipe Jaramillo Sánchez – Concejal
Ahora
bien, para adentrarnos en la dimensión de la inteligencia artificial, considero
útil hacer una breve recapitulación sobre el cerebro humano, ya que entender su
funcionamiento nos ayudará a conceptualizar mejor la IA.
El lóbulo
frontal del cerebro es responsable de funciones como el razonamiento, el
comportamiento, la memoria, la personalidad, el movimiento y, por supuesto, la
inteligencia. Cada vez que empleamos alguna de estas capacidades, estamos
utilizando esa parte del cerebro. El lóbulo parietal interviene en el
razonamiento, la orientación espacial, las sensaciones, y habilidades como
hablar y leer. El lóbulo temporal contribuye a la audición, la visión,
las emociones, la memoria y el habla, mientras que el lóbulo occipital
es esencial para el procesamiento visual. El cerebelo controla la
coordinación motora y el equilibrio, y el tronco encefálico regula
funciones vitales como la respiración, la presión arterial y el ritmo cardíaco.
Si bien el cerebro tiene otras partes que también son importantes, con esta
breve descripción podemos apreciar su relevancia y control sobre nuestro
cuerpo.
Comprender
este órgano nos permite hacer un paralelismo con la IA. Al igual que el
cerebro, la IA abarca diferentes áreas que influyen en nuestra vida cotidiana.
La inteligencia artificial está presente en motores de búsqueda, asistentes
virtuales, salud, industria, ciberseguridad, automatización, comercio
electrónico, transporte, domótica, traducción, agricultura, entre muchos otros
campos.
Las
herramientas basadas en IA nos facilitan la vida de múltiples maneras:
resuelven dudas, analizan datos, calculan, generan información, sonidos,
textos, y fórmulas matemáticas. Incluso pueden analizar olores y asistir a una
persona en la recreación de esos olores. Además, permiten realizar consultas
médicas, encontrar recetas culinarias, establecer indicadores y probabilidades
mediante análisis masivos de información.
Sin
embargo, para que la IA sea verdaderamente efectiva, requiere de la
intervención humana. La calidad de las respuestas depende en gran medida de
cómo se formule la solicitud. Si una consulta carece de claridad, buena
ortografía, redacción o información relevante, es probable que los resultados
no cumplan las expectativas del usuario.
Entre
las herramientas de IA más populares hoy en día se encuentran ChatGPT,
ideal para responder preguntas y generar ideas creativas; Copilot,
excelente para redactar y mejorar textos; Canva, utilizada para crear
imágenes y videos; Wix, para diseñar páginas web; y CapCut, un
editor de video indispensable. Otras herramientas útiles incluyen LeonardoAI
para generar imágenes desde cero, Tome.app para presentaciones animadas,
Brandmark para diseñar logotipos y material de marca, y Writesonic,
ideal para construir textos persuasivos utilizando diversas fórmulas de
escritura.
Si
quieres estar un paso adelante en un mundo cada vez más competitivo, te invito
a explorar estas herramientas y adoptar la IA como un consejero, asesor y
consultor gratuito que puede ayudarte a encontrar respuestas a muchas de las
cuestiones de tu vida cotidiana.