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El chance, lotería o juegos, un asunto de técnica, más allá de la suerte o el azar.


Desde mi perspectiva, hay mucha desinformación, mala intención y estafa cuando te prometen 'números ganadores' con este banal propósito.

 


Por:  Leo Flórez Quintero– Angeloterapeuta.

Cómo se los había prometido en una publicación anterior, hoy abordaremos de manera sincera, directa y sin bulos, este asunto que sigue captando la atención, curiosidad y morbo de muchas personas, dentro del mundo del ocultismo, las ciencias paranormales y la espiritualidad en el mundo actual.

En mis sesiones de tarot que incluyen estudios de numerología y gematría, es muy común que mis clientes, me soliciten, números o cifras para apostar en rifas, chance, loterías o juegos de azar. Y por supuesto que tengo técnicas y métodos sencillos para calcular dichos números. Pero nunca he dado garantía alguna sobre el éxito de dichas cifras al momento de usarlas en juegos de azar.

Desde mi perspectiva, hay mucha desinformación, mala intención y estafa, cuando te prometen “números ganadores” con este banal propósito.

Lo primero que hay que decir, es que casi todos los juegos de azar, están “arreglados”, alterados, manipulados o programados. Muchos renegarán y se resistirán a aceptar esta realidad, que incluso quienes son los dueños o diseñadores de dichos juegos, admiten en privado y fuera del alcance de las mayorías.

Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta y aceptar como una realidad y verdad que puede ser demostrable, es que detrás de estos Juegos de Azar, hay un negocio, y nadie que negocie con seriedad, pierde dinero. El objetivo de los negocios es ganar dinero, ganar rentabilidad, obtener una utilidad. Y si bien, en el caso de las loterías, éstas están vigiladas y auditadas por las autoridades competentes para tal fin. Las loterías y empresas chanceras son eso, Empresas. Y aunque parte de los recursos se destinen a obras de beneficencia, esto no les minimiza o quita el carácter de empresas con ánimo de lucro.

Aceptando esta realidad, es mucho más fácil que al momento de hacer una apuesta o “probar suerte” en algún juego, ustedes entiendan que se están enfrentando a las leyes que rigen las probabilidades y las posibilidades.

Estas leyes establecen que, si tenemos un evento A y un evento B, la probabilidad de que ocurra el evento A o el evento B se calcula de la siguiente forma: P(A): Probabilidad de que el evento A ocurra. P(B): Probabilidad de que el evento B ocurra. P (A o B): Probabilidad de que ocurra el evento A o el evento B.

¿Cómo funciona la probabilidad?

La probabilidad es simplemente qué tan posible es que ocurra un evento determinado. Cuando no estamos seguros del resultado de un evento, podemos hablar de la probabilidad de ciertos resultados: qué tan común es que ocurran. Al análisis de los eventos gobernados por la probabilidad se le llama estadística.

La teoría de probabilidades se ocupa de asignar un cierto número a cada posible resultado que pueda ocurrir en un experimento aleatorio, con el fin de cuantificar dichos resultados y saber si un suceso es más probable que otro.

Teniendo en cuenta esto, es poco probable, (pero no imposible) que una persona promedio pueda ganar en las rifas, apuestas, juegos de azar, chances o loterías. Como lo acabo de mencionar, el hecho de que sea poco probable, no significa que no sea posible.

A partir de este momento, explicaré la técnica que recomiendo, para aumentar esas probabilidades. (pero obviamente, la garantía, sobre esta técnica, está en la paciencia, persistencia y convicción depositada en la misma. Por lo tanto, dependerá de ti, aplicarla y ponerla en práctica hasta que te dé resultado).

Primero voy a explicar el porqué es necesario “prepararse” o “crear” una “mentalidad ganadora” para poder “vencer” la ley de las probabilidades.

Una persona convencida, de que tiene la suerte para ganar, tendrá más probabilidades de acertar y ganar en un juego de azar, que una persona que no está convencida. Porque su mente (energía), está influyendo en la materia (realidad), para modificarla, transformarla y producir el resultado “mentalizado”.

Pero no basta con la firme convicción, también se requiere de jugar o apostar con técnica o metodología.

En mi metodología uso la fecha de nacimiento completa de mis consultantes, para calcular sus “números afortunados”. Una fecha completa consta de los siguientes ítems: Día, Semana, Mes y Año de nacimiento. Y por lo tanto las cifras esenciales que componen dicha fecha, se convierten en los números de vida o destino del consultante.

Un ejemplo es la fecha de nacimiento de Pepito Pérez Gonzáles (nombre ficticio), que nació un 23 de diciembre del año 1969. Por lo tanto, organizamos una matriz numerológica de la siguiente manera.

Día=23=2+3=5, Semana=52=5+2=7, Mes=12=1+2=3, y Año=1+9+6+9=25=2+5=7.

(En numerología, se reducen los números de más de dos dígitos, hasta obtener un solo dígito)

Por lo tanto, las cifras esenciales de la fecha completa serían: Día=5, Semana=7, Mes=3, y Año=7. El número afortunado sería entonces: 5737.

Podría entonces, ¿jugar y apostar con este número y ganar?, la respuesta depende de qué tanto, en qué momento y con cual técnica.

En mi metodología, primero “creamos” la “mentalidad ganadora” y luego enseño la técnica y método para jugar.

Nunca he tratado de convencer a nadie, de nada, por más confianza y fe que tenga en lo que llevo como vocación por más de 15 años. Afortunadamente para mí y algunos “suertudos” consultantes, que pusieron a prueba la técnica. Me queda la satisfacción de comprobar de que se puede vencer la ley de las probabilidades.

Hasta este punto, sería bueno preguntarnos: ¿nacemos con suerte? O, la ¿creamos? Mi percepción de este asunto es, que es una combinación de ambas. Si te percibes como una persona afortunada, si eres una persona con una mentalidad altamente positiva, optimista, realista, merecedora y alegre (yo lo denomino: Persona Altamente Vibracional, o Persona Altamente Magnética), estoy convencido de que tienes las más altas probabilidades de ser bendecido por un premio en una ganancia ocasional.

Desde mi perspectiva e interpretación, también considero que todos tenemos las mismas probabilidades de éxito o fracaso, de bendición y milagro, o tragedia y desgracia, de fortuna o infortunio.

Hay casos documentados de personas Altamente Magnéticas que han logrado moldear su realidad perceptible y que esta sea tan afortunada o incluso más de lo que proyectaron en sus mentes.

Cabe entonces otra pregunta trascendente: Si otros pueden lograrlo, ¿por qué no yo también? La respuesta yace en el tiempo, interés, dedicación y esfuerzo que quieras emplear para alcanzar dicho objetivo y si al final el objetivo valdrá o no la pena para ti, es decir, si te causará o no la felicidad que buscas o esperas.

Una persona con la visión, sensación y certeza, de que su vida es una bendición, un regalo y un milagro, recibirá de vuelta de la vida misma, el mismo tipo de bendiciones, regalos y milagros de acuerdo con la perspectiva de quién piensa, siente, habla y obra de acuerdo a esta visión.

En este punto, también debo dejar en claro, que sencillamente, hay personas que están destinadas sencillamente a obtener un premio y otras no. (por más que jueguen e intenten, porque sencillamente, su alma no contrató esa experiencia).

También me valgo de la astrología para observar las posibilidades que tiene una persona, de ganar o no algún premio, o acertar o no en un juego de azar.

En astrología, lo que se hace es analizar la casa 5 del consultante, el signo que hay allí en su carta natal y los planetas que se agrupen en dicha casa, también los aspectos armónicos y el punto de fortuna que marca su carta natal. Todo eso aumenta las probabilidades. El conocimiento aplicado, es poder.

Cuando Pepito Pérez me pidió que le calculara su “número afortunado”, también me preguntó, cuando jugarlo. Y efectivamente hay días más sincronizados con nuestra “fortuna personal” que otros. Los días afortunados de Pepito Pérez (conejillo de indias que sirve como ejemplo) son el 5, el 14 y el 23 de todos los meses. Las semanas afortunadas de Pepito serán entonces: 7, 14, 21, 28, 35, 42 y 49, del año en curso y los meses afortunados de pepito serán, diciembre y marzo y los años afortunados de pepito aquellos cuyas cifras sumadas entre sí, den 7.

Es importante aclarar que también que existe un día personal, una semana personal, un mes personal y un año personal. Estos se calculan sumándole a nuestra fecha de nacimiento completa, la fecha actual en la que nos encontremos y de allí también se extrae una cifra con la que se puede apostar y jugar.

Quienes se hacen calcular su numerología personal conmigo, reciben toda la información completa y la técnica y metodología para probar suerte y cambiar su destino.

Saludos y hasta una próxima columna.

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