Por: Leo Flórez Quintero– Angeloterapeuta.
¿Es posible hablar con los muertos? El mayor misterio
al que nos enfrentamos es si hay otra vida después de esta. Muchos han
intentado captar manifestaciones de ese ‘’otro lado' desconocido, a través de
lo que se ha dado en llamar transcomunicación instrumental: psicofonías y
psicoimágenes.
Pero, ¿qué es una psicofonía? Las psicofonías, parafonías
o fenómenos de voz electrónica (EVP) son sonidos de origen electrónico que
quedan registrados en distintos tipos de grabadoras de audio y son
interpretados con hipótesis muy diversas.
Etimológicamente, el término psicofonía está compuesto de
las partículas “psique” y “fonos”, haciendo referencia a un sonido producido
por energía psíquica. Algunos investigadores prefieren llamar al fenómeno de las psicofonías como fenómeno de voz electrónica o parafonía, término acuñado por el divulgador Germán de Argumosa, ya que no prejuzga la causa del fenómeno, que por entonces en el ámbito académico parapsicológico se pensaba que era solo el producto de la mente
inconsciente o subconsciente de las personas.
Según los proponentes del fenómeno paranormal, dichos
registros aparecen como voces (masculinas, femeninas, juveniles, seniles e
infantiles) que enuncian contenidos significativos, presentando una morfología
característica en cuanto a su timbre, tono, velocidad y modulación. Su aspecto
de mayor interés radica en el hecho de que, según sus estudiosos, en ocasiones
estas “voces psicofónicas” han respondido a preguntas de los operadores,
llegando a producirse diálogo con estos. Asimismo, se han obtenido sonidos de
animales, ruidos de forma e intensidad muy diversa y también sonidos musicales.
Estos registros suelen ser explicados racionalmente como resultado de
pareidolia, apofenia (encontrar significados en hechos insignificantes) o
simplemente fraudes por la ciencia.
Los representantes de la investigación parapsicológica
admiten el efecto objetivo descrito, reconociendo, sin embargo, que en cuanto a
su causa o causas disponen solamente de hipótesis más o menos fundadas.1
El tema de la transcomunicación Instrumental y otros
métodos de “contacto” con el más allá, están tomando profunda
relevancia, importancia y “curiosidad renovada” en estos últimos años,
de avances tecnológicos e interés generalizado, por los fenómenos paranormales,
el ocultismo, la espiritualidad. Pero también por el escepticismo, el creciente
ateísmo, la pérdida de la fe en las instituciones religiosas, por sus constantes
escándalos sexuales y la falta de respuestas concretas a temas que tocan
profundamente la psique, el alma y el entendimiento de los ciudadanos del
común.
En lo primero que se ha enfocado los esfuerzos, es sin
lugar a dudas, el tratar de demostrar que hay vida, después de esta vida. Y que
la muerte, siendo un proceso natural, no es el fin de esta experiencia terrena.
Lo que da lugar no solo a los mecanismos para estudiar el fenómeno de la vida,
más allá de la vida, sino que también, se pretende de alguna manera, aliviar el
dolor intenso producido por la partida de nuestros seres queridos, con los que
la muerte, pone fin al contacto, no solo físico, sino presencial de los
individuos que amamos.
En la actualidad abundan multitud de sujetos y
metodologías de contacto con el más allá.
La mediumnidad, por ejemplo; es conocida y registrada
desde tiempos remotísimos. La conocieron hindús, egípcios, griegos y hebreos.
Los registros más accesibles los encontramos en el judaísmo, en el así llamado
profetismo. Todos los reyes de Israel eran aconsejados por profetas, cuando
ellos mismos no lo eran.
El Viejo Testamento registra incontables fenómenos
mediúmnicos, como aquel ocurrido delante del rey Baltazar y de su corte reunida
en el palacio: “… unos dedos de mano de hombre, y escribían, enfrente del
candelabro, en la estucada de la pared del palacio real; y el rey veía la parte
de la mano que estaba escribiendo.” El mensaje era escrito en lengua
desconocida de todos, inclusive de los magos y adivinos que el rey había
mandado llamar. Es entonces llamado Daniel, que descifra el mensaje, anunciando
con valor el fin del reinado de Baltazar, que muere en aquella misma noche.
(Dan, cap. 5)
Un médium (médiums en plural) es una persona que oficia
de mediadora entre los espíritus desencarnados y los seres humanos vivos
(encarnados). Los practicantes son conocidos como “médiums” o “médiums
espirituales". Existen diferentes tipos, como las mesas de adivinación, el trance y la ouija.
La creencia en la capacidad psíquica está muy extendida a
pesar de la ausencia de pruebas objetivas de su existencia. Los investigadores
científicos han intentado determinar la validez de las afirmaciones sobre las
supuestas capacidades de los médiums. Un experimento llevado a cabo por la Sociedad
Psicológica Británica llevó a la conclusión de que los sujetos de la prueba no demostraron ninguna
capacidad paranormal.
La mediumnidad ganó popularidad durante el siglo XIX,
cuando las tablas de ouija eran utilizadas por las clases altas como fuente de
entretenimiento. Las investigaciones realizadas durante este periodo revelaron
un fraude generalizado —algunos practicantes empleaban técnicas utilizadas por
los magos de entretenimiento— y la práctica comenzó a perder credibilidad. El
fraude sigue estando muy presente en la industria de los médiums o la videncia, y aún hoy se descubren casos de engaño y fraude.
Se han descrito diferentes variantes de esta práctica;
podría decirse que las formas más conocidas implican que un espíritu
supuestamente toma el control de la voz de un médium y la utiliza para
transmitir un mensaje, o que el médium simplemente “escucha” el mensaje y lo
transmite. Otras formas implican materializaciones del espíritu o la presencia
de una voz, y la actividad telequinética.2
2 FUENTE:
WIKIPEDIA
¿Por qué es importante, conocer estos fenómenos, estas
prácticas y sus consecuencias? Pues en la misma naturaleza humana, están las
respuestas a estas preguntas. Porque somos curiosos, deseamos saber la verdad y
porque guardamos la esperanza, de poder seguir en contacto con nuestros seres
queridos, más allá de la muerte física.
Por eso, trato de aconsejar y asesorar de la mejor manera
posible, a quién acude a mi consulta, con cualquiera de estos intereses y
curiosidades.
Como ya lo dije, al día de hoy, hay una creciente oferta
de clarividentes y canalizadores, que ofrecen sus servicios de “contacto”, a
través de las diferentes plataformas, medios de comunicación y redes sociales.
Algunos de ellos, ofrecen dentro de sus servicios, la
posibilidad de recibir mensajes muy concretos y específicos de sus seres
queridos fallecidos, otros, en cambio, se han especializado en la canalización
de mensajes de sus mascotas y animales de compañía fallecidos. Etc., etc.
Aquí hay dos temas de suma importancia, uno es el tema
del manejo del trauma ante la pérdida y por qué a las personas, les sigue
costando trabajo superar la partida de un ser querido, y seguir buscando el
contacto, después de la vida que no pudieron cuidar o sostener durante la vida
misma. Y el otro tema, tiene que ver con la idoneidad, ética y conocimiento en
psicología tanatológica, para un tratamiento cuando menos profesional de cada
caso en particular, que no derive en el engaño, la estafa y la profundización
del trauma, que se debe trascender e integrar de manera natural, y no
antinatural.
En mi camino de trabajo espiritual y con lo espiritual,
he conocido personas con diferentes dones, talentos, habilidades y capacidades,
espirituales y psíquicas. Personas más que aptas para el trabajo y la labor de
llevar luz, paz y consuelo, a las almas afligidas de quienes pasan por un duelo
o proceso de pérdida. Y en efecto, esta debería ser la hoja de ruta, de quiénes
se valen de esta variedad de métodos, técnicas y capacidades psíquicas y
espirituales, para el contacto después de la vida.
Facilitar el proceso de duelo, acompañar de manera
idónea, profesional y ética, la gestión de la pérdida y no crear falsas
ilusiones, expectativas y desinformaciones, en quienes confían en esas
metodologías, técnicas y capacidades espirituales y psíquicas.
Yo también, uso los oráculos de ángeles y los arcanos del
tarot, para canalizar los mensajes del alma de las personas que han
trascendido. Pero suelo ser muy respetuoso con quien solicita dicho servicio y
con la técnica, método y disciplina espiritual. (Las personas tienden a
obsesionarse con esto)
Una lectura de tarot terapéutico, por ejemplo, es un
contacto profundo, honesto, claro y sincero con mi psique, con las necesidades
de mi alma. Por lo tanto, yo puedo convocar al alma de un ser querido fallecido
(con sumo respeto y cuidado), y pedirle que, de su alma trascendida, me
comparta un mensaje a mi alma, todavía no trascendida. Un contacto de alma a
alma, de alma en un plano trascendido a otra alma de un plano no trascendido.
Los arcanos del tarot, por lo tanto, mostrarán lo que esa
alma trascendida, ya conoce por experiencia directa con el plano o planos del
más allá y que se convierten en sabiduría superior, y esotérica para mi alma en
este plano de consciencia material.
Este es un proceso que no me tomo a la ligera, siempre
investigo de antemano, la necesidad y causas de quien desea el contacto, y mi
sentido común, me dictamina, si el candidato o candidata, clasifican para el
proceso de canalización y comunicación con su ser querido.
Muchas personas quieren sostener comunicaciones triviales
con sus seres queridos trascendidos a otros planos. Y dejamos escapar la
verdadera posibilidad de tener un representante amoroso en los planos
superiores, que nos comparta la información que yace del otro lado.
Muchos me han contactado para averiguar quién es el
responsable de un homicidio o accidente, o la causa real del fallecimiento o
desaparición forzada.
En esos casos, rehúyo rotundamente el contacto. No es
profesional, ni ético, escenificar una historia, para alimentar falsas
esperanzas y prolongar el dolor de quienes han perdido un ser querido, en las
circunstancias que sea.
La canalización que ofrezco en mis consultas, es una
canalización, sanadora, trascendente y reveladora. Lo que me han transmitido
las almas fallecidas, cuando hago el ejercicio, no tiene nada que ver con
asuntos terrenales. Tiene más que ver con el bienestar, y despertar de la
consciencia de quienes quedan atrás aun viviendo y existiendo en este plano.
Las almas trascendidas, libres del cuerpo, se unen automáticamente con la
fuente de todo amor, paz y dicha absoluta. Y nos cueste trabajo, creerlo o no, Dios,
la consciencia suprema o supra consciencia, es todo paz, todo amor, toda dicha,
todo perdón. Luego el purgatorio y el infierno, solo existen en nuestra mente
egoica. Y la mente egoica, no sobrevive a la muerte. No trasciende. Y para los
que creemos en la reencarnación o retorno en otro cuerpo. Pues lo que existe es
el reaprendizaje del ego, desde cero. Cada vez que encarnamos, nuestra
experiencia egoica se resetea, se reinicia y se crea una nueva personalidad,
que es la máscara que nos permite sobrevivir en el mundo de las apariencias.
Pero en la supra consciencia, todos estamos unidos desde el ser. Que es lo real
en el cosmos físico y espiritual.
Particularmente les recomiendo, ser muy cuidadosos con
las personas a las que acuden para este tipo de contactos.
Revisen sus hojas de vida, trayectoria, preparación y
ética profesional.
Hay excelentes médiums, canalizadores, y técnicos del
contacto, pero no se engañen, también los hay sin escrúpulos y tratarán de
sonsacarte, de alimentar falsas esperanzas e ilusiones.
Quienes actúan desde el profesionalismo, buscarán tu
bienestar, hacer un acompañamiento ético de tu duelo, sin crear falsas
expectativas y muy seguramente los mensajes canalizados, serán para ti un
bálsamo de consuelo y resiliencia para tu vida.
LEONARDO FLÓREZ QUINTERO
Angeloterapeuta/Taroterapeuta
Orientador Holístico/Asesor en Feng Shui
E-Mail: leonardoflorez1972@gmail.com
Móvil: (+57) 317 5692237