La otra cara de la democracia.
Cuando Armando Ruiz Posso decidió renunciar al
Concejo de Palestina, pocos lo vieron venir. Después de años siendo una figura
clave en la política local, su inesperada salida dejó a muchos con más
preguntas que respuestas. ¿Qué pudo haber llevado a uno de los políticos más
prometedores de la región a dejar su cargo en un momento tan crucial?
Posso, quien había logrado consolidarse como un
referente en la política local tras quedar segundo en las elecciones a la
alcaldía, había sido el rostro visible de la oposición gracias al Estatuto de
la Oposición. Este mecanismo, previsto por la Ley 136 de 1994 y la Ley 1909 de
2018, permite que el segundo lugar en las elecciones municipales acceda a un
escaño en el concejo. Sin embargo, el pasado miércoles 17 de septiembre, el
alcalde Álvaro Andrés Osorio firmó su renuncia, cerrando una etapa importante
en la vida política de Palestina.
¿Por qué renunciar ahora? Según personas cercanas a
su equipo, la decisión de Posso no obedece a presiones políticas ni a acuerdos
en las sombras, como especulan los detractores políticos en las calles,
quienes, como pirañas, buscan acabar con lo construido. Las razones reales
parecen ser más personales: el hijo de doña Teresa quiere compartir más tiempo
con su familia y dedicarse a sus proyectos personales, entre los cuales se
destaca ayudar a cumplir los sueños de sus amigos. Esto se refleja claramente
en su carta de renuncia. Pero, ¿es esa toda la historia?
Durante una reciente entrevista con Super Radio TV,
Posso reveló su creciente distanciamiento de los principales grupos políticos
del municipio. Hace meses rompió relaciones con el grupo Correa, citando
diferencias fundamentales y una falta de apoyo real a los palestinenses. Esta
ruptura no solo refleja una crisis de confianza, sino también un desencanto con
la política tradicional, donde los compromisos con la comunidad a menudo quedan
relegados a un segundo plano.
Con su decisión queda claro y descartado su
acercamiento a Gente en Movimiento, donde algunos amigos estuvieron conversando
durante los meses de abril y mayo. Sin embargo, su llegada nunca se concretó,
ya que las directivas no quisieron contradecir a uno de los líderes políticos
más importantes de ese partido.
Es cierto que su salida ha sido aprovechada por sus
detractores, que han intentado erosionar su legado. Pero también es innegable
el impacto que Posso ha tenido en Palestina durante los últimos cinco años. Con
su carisma y capacidad de liderazgo, se convirtió en un aliado estratégico de
los caciques políticos del departamento, posicionándose como una figura clave
para muchos. ¿Podrá su ausencia generar un vacío de liderazgo en la oposición?
La renuncia de Posso ha dejado al
"pirolismo" sin una oposición visible. Con su salida, el concejo
corre el riesgo de convertirse en un mero "comité de aplausos" para
el alcalde y el poderoso gerente del Hospital Departamental Santa Sofía. Al
mismo tiempo, su decisión ha abierto el debate sobre la precariedad económica
que enfrentan muchos concejales en pequeños municipios. Posso, sin acceso a una
burocracia significativa ni a grandes sueldos, parece haber optado por un
camino más pragmático.
Lo que es innegable es que Posso es un hombre hecho
a pulso. Su lema, "la lealtad hace familia", sigue resonando entre
aquellos que lo apoyan. Aunque su renuncia ha sido sorpresiva, es probable que
su historia política esté lejos de terminar. ¿Se tomará un respiro antes de
volver a la escena o, como muchos sugieren, se dedicará de lleno a su faceta
empresarial? ¿O aceptará alguna de las propuestas profesionales que le han
hecho durante todo este tiempo? El tiempo lo dirá.