Por: Gilberto Vargas Henao.
El pasado miércoles, 17 de julio de 2024, realizó su paso a la
eternidad, uno de los más ilustres ciudadanos de los siglos XX Y XXI en nuestro
municipio, extraído de la más pura entraña popular: el abogado y especialista
en derecho penal y criminología, José Jesús Marín González, quien ocupó muy
dignos cargos a nivel municipal, departamental. Y nacional y dejó muy en alto
el nombre de Chinchiná por sus ejecutorias sociales, políticas y
administrativas y de fiscal y juez de la república, todo en un lapso de más de
tres décadas de comportamiento ejemplar y servicio a la comunidad.
Tenía 75 años. Había nacido el 4 de Febrero de 1949 en el corregimiento
de La Marina (municipio de Tuluá, Valle), y era él, el mayor de una prolífica
familia conformada por 14 hermanos (10 mujeres y 4 varones), hijos todos de un
agricultor y criador de porcinos de Aránzazu (Caldas) –Don José Jesús Marín
Muñoz- y de su esposa, María Rosalba González Garrido (quien aportó a la
economía familiar de entonces, varias propiedades rurales en la mencionada
región vallecaucana). Así pues, los padres de nuestro personaje fallecido hoy,
se radicaron en Chinchiná –con su primogénito José Jesús-aproximadamente entre
los años 1956 y 1957.
Al coincidir entonces el autor
del presente escrito con José Jesús, ambos como niños estudiantes de la Escuela
General Santander de Chinchiná (a fines de la década de los años 50s. y
principios de la de los años 60s.), lo mismo que con otro exalcalde local
–Carlos Emilio Rodríguez Loaiza- fuimos entonces testigos nosotros de la
marcada inteligencia superior de la que hacía gala en dicha Escuela, el niño
Marín González, quien aparecía siempre al fin de los años escolares, como el
más “aplicado” o aventajado de los alumnos, como que era el acreedor a la
mayoría de máximas medallas o galardones que otorgaba el mencionado
establecimiento educativo. Por ello, sabemos que, tampoco fue mera casualidad,
que la secundaria que Marín González cursara en la ciudad de Manizales, fuera
también premiada con honores, como el que recibió en su momento de manos del
hoy exvicepresidente de Colombia, Humberto de la Calle Lombana, en una de las
solemnísimas clausuras de labores educativas acostumbradas en esa época. Con
estos antecedentes intelectuales, no es pues casual que el hoy finado Abogado,
líder social y político y destacado hombre público, JOSE JÉSÚS MARÍN GONZÁLEZ,
haya cumplido tan admirable periplo laboral en su tierra y depto., fungiendo
con tanto éxito en muy importantes y visibles cargos en nuestra sociedad,
teniendo en cuenta que este admirable profesional, por donde pasó, dejó siempre
una admirable huella de sabiduría (un estudioso y lector empedernido hasta el
último día de su existencia), eficiencia, seriedad, responsabilidad, excelente
trato para con todo el mundo, con una humildad y sencillez que lo engrandecían
cada vez más como persona y como profesional, y con una noble característica
que pudimos apreciar todos quienes alguna vez recurrimos a obtener un favor o
diligencia suya: su marcada generosidad y solidaridad para con el que
lo requería.
Claro está que, no hay nadie ni
nada perfecto en este mundo y, errores, tropiezos y defectos tenemos o hemos
tenido todos, sin excepción. Por ello –contaba el mismo José Jesús con la
sinceridad que lo caracterizó- que “el destino se lo había cambiado una
cautivadora fémina cuando se trasladó a Manizales, siendo él muy joven, para
estudiar la secundaria y la universidad, pues se enamoró perdidamente de ella y
esto le produjo la pérdida de su primer semestre de Ingeniería Química, carrera
que él anheló primero estudiar, episodio éste que le trastocó por completo sus
diferentes objetivos profesionales y cambió el rumbo de su vida”. Ante esta
frustración académica, Marín González hubo entonces de regresar a Chinchiná,
donde inició su vida laboral trabajando humildemente un corto tiempo como
dependiente en el antiguo Almacén J Gómez de la época. Al haber estudiado la
obligada Mecanografía de ese tiempo, quedó pues José Jesús listo para iniciar
su incursión en la vida política -todavía en su plena juventud- encaminándose
en ese entonces por el partido liberal, que era y fue siempre el de su
apetencia, y el que le recomendaba su señor padre, como furibundo “rojo” que
era. Fue así como llegó entonces, con el ahínco y decisión que lo
caracterizaban, a ser durante muchos años, una figura sobresaliente en el grupo
que dirigía en nuestro municipio el gran líder liberal popular, Alfonso Cano
Molina y que, a nivel departamental, comandaba Víctor Renán Barco López. Así
pues, José Jesús laboró inicialmente de la mano de los políticos, como
Inspector de Policía en la Vereda La Floresta de Chinchiná, luego se hizo
nombrar Tesorero Municipal durante varios años y secretario de Valorización
municipal. Y, llegó a ocupar orgullosamente, durante un corto lapso en 1979, el
cargo de Alcalde Municipal de Chinchiná.
En un momento en que
la política no le pudo ofrecer otra alternativa, optó él por trabajar en las
horas del día en la oficina del veterano y prestigioso abogado de la misma
época: El Dr. José Jaramillo Álvarez. Laboraba entonces de día con el Abogado
y, en la noche, se dispuso a estudiar Abogacía en la Fundación Universidad de
Manizales –FUNDEMA- su definitiva vocación profesional- donde se graduó como
Abogado el 26 de octubre de 1990, a la vez que se desempeñaba ya como Personero
Municipal de Chinchiná. Pudo también entonces él fungir en los cargos de
Abogado de la misma Personería, en Tránsito departamental., y como defensor del
Pueblo, para pasar posteriormente a desempeñarse durante más de 9 años, como
Fiscal en Filadelfia y Manizales. Luego cursó su Especialización en Derecho
Penal y Criminología en la U. Libre de Pereira, en la cual se graduó en mayo 9
de 2002. Concursó entonces meritocráticamente, para ser Juez de la República,
obteniendo un excelente puntaje, lo que le permitió a él acceder a ocupar tan
digno cargo durante 12 años y medio en el Municipio de Marsella (Risaralda), en
el cual se pensionó en el año 2014.
Luego de pensionarse, el
Dr. Marín González, se ubicó definitivamente de nuevo en nuestro municipio,
continuando hasta el último minuto de su vida en su labor jurídica particular,
la que cumplía juicioso desde su residencia aquí. Hacía varias décadas había
sido él diagnosticado médicamente como hipertenso, diabético y con neuropatías,
pero, a pesar de haber sido muchos años medicado, siempre tuvo sus recelos con
las hospitalizaciones, las que –según cuentan sus familiares- le producían
intenso pánico, por lo que las eludió siempre al máximo, hasta este mismo
domingo anterior, cuando víctima de un fulminante paro cardíaco, se rehusó a su
traslado desde su residencia aquí, al principal centro asistencial
chinchinense-el Hospital San Marcos- habiendo fallecido al calor de su digno
hogar –en relativa tranquilidad y sosiego- hoy miércoles 17 de julio a las 4
p.m.
La velación de los restos
mortales del Dr. José Jesús Marín G., tendrá lugar mañana jueves 18 de julio a
partir de las 10 a.m. en la Funeraria La Aurora de Chinchiná, y las honras
fúnebres se cumplirán este viernes 19 de julio a las 4 p.m. en la
basílica de nuestra señora de las mercedes de Chinchiná-
A esta hora (11 p.m.) NO SE
CONOCE si la administración municipal actual de Chinchiná (Alcaldía y/o
Concejo), realizarán el acostumbrado y merecido homenaje en cámara ardiente
que, tradicionalmente, se les rinde a quienes, como el Dr. Marín González, han
marcado diferencia en nuestra sociedad por sus realizaciones y vida consagrada
al servicio público y actividades en pro de las comunidades.
Nos ha dejado pues
definitivamente, amigas y amigos chinchinenses y caldenses, un hombre sin
igual, uno de los seres más “bacanos”, agradables e íntegros que hemos
conocido. Un ejemplo de lo que debe ser un servidor público, un buen ciudadano
a carta cabal, un hombre de marcada fe católica que nunca olvidaremos por ser
como fue.
¡Dios te pague Dr. José Jesús
por la bonita amistad con que nos honraste siempre!
Nuestras condolencias para
su señora esposa María del Carmen Vélez Álzate (anecdóticamente recordamos que
toda su vida, José Jesús, siempre se refirió a ella públicamente y con mucho
orgullo, como “MI ESPOSITA”, lo que hizo que fuera este el apodo con que muchos
Chinchinenses lo identificaran a él mismo. Doña María del Carmen es una
extraordinaria dama, hacendosa y virtuosa cónyuge, madre, hermana y abuela muy
apreciada siempre en Chinchiná por su humildad y dulzura para con todos.). Doña
María del Carmen contrajo matrimonio con Marín González el 15 de noviembre de
1975, en su vida de soltera ocupó varios cargos administrativos en los campos
privados y públicos y recuerda ella que, se retiró de su vida laboral estando
laborando como secretaria en la Personería de Chinchiná, para darle paso a su
esposo quien fuera elegido entonces Tesorero del Municipio. Nuestro saludo de
pésame va también para sus hijos: La Dra. Luz Adriana Marín Vélez (Abogada) y
César Augusto Marín Vélez, lo mismo que para su nieto Mateo Arango Marín (por
quien el Dr. José Jesús profesaba especial afecto, y quien funge hoy como
empresario en la República del Perú). También hacemos extensivo este fraternal
saludo de solidaridad a las 9 hermanas y los 3 hermanos carnales del personaje
fallecido que hoy sobreviven, a saber: Ana del Carmen, Gloria, Ligia, Enidia,
Yamilé, Adalid, Claudia Patricia, Rosalba y Lucero (residentes actualmente
estas dos últimas en España), y los 3 varones: Guillermo Antonio, Santiago y
Albeiro Marín González (también residente en la península Ibérica).
Tristemente, registramos aquí que, hace tan solo 8 días, había fallecido
también en nuestro municipio, la hermana mayor de los Marín González: María
Rubiela Marín, quien hoy se ha encontrado en el cielo con nuestro amigo José
Jesús.
Nos ha dejado pues
definitivamente, y ya está felizmente con el Todopoderoso, amigas y amigos
chinchinenses y caldenses, un hombre sin igual, uno de los seres más “bacanos”,
agradables e íntegros que hemos conocido. Un ejemplo de lo que debe ser un
servidor público, un buen ciudadano a carta cabal. Un hombre de marcada fe
católica que nunca olvidaremos por ser como fue.
¡Paz en tu tumba, querido amigo!